lunes, 3 de diciembre de 2007

Darnius - Maçanet de Cabrenys


Hacía bastante tiempo que no montaba en bici. Me desperté hacia las diez de la mañana de ayer domingo 2 de diciembre. Después de desayunar café y tostadas con tranquilidad. Me vestí con un poco de pereza con la ropa de bici, más pereza me daba limpiar y engrasar la maquina, pero por suerte tenía la bicicleta bien limpia y engrasada en el trastero de la última vez que la utilicé.

En un momento monté el porta bicicletas en la parte posterior del coche y me dirigí hacia Darnius, la zona norte del Pantano de Bassegoda, que está llegando a niveles críticos por el bajo nivel de las aguas, hacía un día soleado y no muy frío para la época del año.

Una vez montado en el coche me dirigí hacia el pantano y a las once y escasos minutos ya empecé pedaleando bordeando el pantano en dirección a su nacimiento por una carretera asfaltada muy estrecha con muchas subidas y bajadas.

Allí donde comienza el pantano, alimentado por la Muga, se encuentra un caserón llamado La Central, que es un hotel con muy buena pinta. Una vez dejas a tus espaldas el hotel, se acaba el camino de asfalto y comienza una pista de tierra que en su inicio está un poco erosionada por las ruedas de los quads y motos de trial. Al cabo de quinientos metros, la pista se hace un poco más transitable. Pero en general podría ser más cómodo circular por estas pistas. Es una lástima que no se limite el paso a todos estos vehículos que deterioran tanto los caminos. Ya me parece bastante la erosión que puede hacer una bicicleta, pero lo que se va a conseguir con tanta circulación de vehículos pesados es que sólo sean transitables por ellos.

Una vez acaba la subida hay que cruzar un campo en el que se empiezan a ver los Pirineos a tu alcance (la etapa de Llançà a Maçanet de Cabrenys es la primera de muchas en la ruta transpirenaica, que algún día me gustaría hacer) y piensas que en vez de volver al coche te gustaría coronar ese pico que se encuentra delante de tus narices pero que te llevaría un par de horas y hoy no estoy para esos trotes ni son horas. Así que cruzo el campo y sigo pedaleando diez minutos hasta que llego a Maçanet. Una vez allí doy una vuelta por el pueblo y vuelvo por la misma pista hasta el coche. No sin antes hacerme una foto que demuestre mi paseo (y lo vacío que está, allí donde estoy retratado debería de haber agua o barro, sin embargo, parece una playa). Al final son unos 27 kilómetros en un par de horas. Lo que me permite volver a casa a una hora razonable para comprar periódico y comida preparada (canelones y bacalao a la llauna).

La tarde es relajada, siesta, colgar un cuadro en la pared, pasar la escoba, leer, ver el resumen de la jornada, cena... en cuanto me doy cuenta ya ha tocado la una de la noche, que rápido ha pasado el domingo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, tampoco hace tanto tiempo que no cogías la bici, exagerao! Leyéndote parece que desde el año pasado.
Sí que transmites que el paseo del domingo no fue en ningún momento una gozada. Que estabas un poco vacío, como el pantano.
Pero sin duda, vestirte de romano y echar la bici al coche, da una pereza horrible. Suerte que te animaste y que al menos hiciste un rato.
Otra vez será más y mejor.

pjdfp dijo...

3 semans sin bici son un huevo de semanas macho.
Efectivamente fué una salida pan sin sal. Por suerte los canelones y el bacalao llenaron el vacio interior que tenía.
De todas maneras es una ruta que no está mal.

Anónimo dijo...

mira a ver si en Figueras alquilan triciclos para este finde besos mm

javi duque dijo...

bici, comer, correr... bici, comer, correr... y siempre algun viaje de por medio.

me mola el estilo de tu blog, jeje.

un abrazo y hasta pronto!!