domingo, 4 de mayo de 2008

Puente de Mayo de 2008


Ya hace más de un mes que mi primo Charly y yo estábamos preparando unas rutas en bici para el puente de mayo. Las rutas consistian en una visita a Figueres de él con Lalo. Charly proponía planes desde Madrid y yo los he ejecutado en primera línea de combate bastante bien creo.
Charly y Lalo llegaron a eso de las dos de la madrugada del jueves así que el jueves 1 de mayo nos despertamos con calma y después de desayunar preparamos las bicis y comenzamos la primera ruta del fin de semana.

Figueres – Empuriabrava – Roses – Cadaqués – Llançà

De Figueres salimos por el camino que va paralelo al Manol para ir a hasta la Muga y bajar a hasta la playa de Empuriabrava pasando por Castelló de Empuries. El ritmo ha sido bastante lento, además perdimos a Charles nada más salir del garaje de casa y tuvimos que ajustar los frenos de la bici de Charles que nos estaban volviendo locos del ruidito que hacían, gajes del oficio.
En Empuriabrava comimos el primer bocadillo que teníamos en nuestro kit de supervivencia personal y hemos visto cómo se preparan los kite surfistas toda la parafernalia que rodea esta modalidad de surf. La verdad es que cada día me dan más envidia, probablemente parte de la paga extra de verano la invierta en un curso y un equipo.
Después de Empuriabrava cruzamos los canales de Santa Margarita y en Roses compramos tres pasajes en barco hasta Cadaqués. La travesía ha sido bastante movida, al principio nos sentamos en el puente superior pero allí notábamos demasiado la zozobra del barco y nos preocupaba que el manillar de alguna de las bicis no acabase incrustada en alguna cabeza de los turistas que se habían quedado en la parte cubierta. Por suerte no había pasado nada, pero en el interior el mareo se agudiza y acabamos en la popa donde se podía respirar un poco de aire y el barco no se movía tanto.

Una vez en Cadaqués fuimos hacía Port Lligat y después hacía el Cap de Creus, según nos acercábamos el viento se acusaba más y más hasta el punto que en los tramos de bajada había que pedalear si se quería avanzar. Una vez en allí proseguimos la aventura a través del GR11, que es la Gran Ruta que cruza el Pirineo de cabo a rabo. Nuestro objetivo era llegar hasta Port de la Selva y de allí ir por la carretera hasta la estación de Llançà.

Pero el GR11 era más complicado de lo que me había pensado y en el tramo que se pasa a la altura de la Cala Tavallera hay que bajar de la bici y ponérsela a cuestas durante un buen (mal) rato. Además notamos el cansancio, la insolación y la desorientación del viento, constante desde Empuriabrava.
El sol se iba poniendo poco a poco tras los montes de la Sierra de Alberes y las vistas, con el mar a la derecha y Port de la Selva abajo, eran maravillosas, lástima que el agobio por el tiempo no noss dejó disfrutarla mucho. Otra vez lo tendremos que hacer con más tranquilidad.
Al final llegamos a Llançà cinco minutos más tarde que partiese el último tren. La gota que colma el vaso. En total 55 km en bici y unas cuantas leguas en nave.
Taxi hasta Figueres entre Lalo y yo para coger el coche de Charles y volver a Llançà donde estaba esperando Charles con las bicis.
Mi idea era comerme un cochinillo o un cordero entero por barba, pero llegamos a Figueres a las once de la noche, demasiado tarde para que nos cogiesen mesa en cualquier restaurante.
Por suerte, medio kilo de spaghetti, media ristra de chorizo y medio litro de tomate fueron suficientes para calmar las hambres a medias de los tres.
El día siguiente lo dedicamos al placer de no hacer nada que requiriese demasiado esfuerzo. Desayuno en casa muy tranquilos y después fuimos directos a la playa de la Almadraba, donde después de beber unas cervezas para abrir boca, nos comimos una paella de la que no sobró ni un grano. De camino a Figueres decidimos que no podía ser que ese día pasase sin hacer algo de deporte, así que hicimos un par de carreras en los karts de Roses, en las dos tandas les quité las pegatinas a los bólidos de Lalo y Charles.
Después, ya en Figueres, compramos unas butifarras de perejil, de setas y normales y un brazo de gitano de medio metro. Unas cañas con Jura de aperitivo y ya en casa la cena fue coser y cantar.
Al día siguiente decidimos tomar las bicis otra vez,

St. Llorenç de la Muga:

Este es el día que más temprano nos levantamos de los tres. Fuimos en coche hasta St. Llorenç de la Muga y de allí fuimos valle arriba hasta que, a medio camino entre St. Llorenç y Albanyà la pista se convierte en un sendero por el que hay que ir en fila india. Dimos media vuelta y para matar el rato subimos hasta la Torre de Guaita, donde nos cominos unas naranjas que yo llevaba en mi mochila. En total poco más de 20 km.

Por la tarde comimos tres pollos a l’ast y una tortilla de patatas, eso si, con la ayuda de mi amiga Francesca y su novio Andrea que habían venido a pasar el puente a Barcelona y habían aprovechado ese día para ir a Figueres a visitar el museo de Dalí.
Después de la comilona y la sobremesa teníamos hora reservada en un Spa en Sant Climent de Sescebes.

La idea fue de Charles, que es un experto en estas movidas. El circuito consistía en una sauna turca, que es lo mismo que la sauna pero húmedo y con aromas a eucaliptos, luego un peeling corporal, un baño de burbujas y finalmente un masaje en las piernas que hizo que me saltaran las lagrimas de los ojos.
Acto seguido, una cena homenaje en el Ampurdán con los siguientes entrantes a compartir: higado graso, un plato de colmenillas en su salsa y guisantes con butifarra negra. De segundo y también a compartir entre los tres como buenos hermanos: bacalao con muselina de ajo, rodaballo y carrilleras con foi. Para acabar, carrito de quesos y carrito de dulces, a destacar el tocinillo de cielo. Todo acompañado de dos bottles de Gramona Imperial y unos orujitos para ayudar con la digestión.
Puesto que a la mañana siguiente la única etapa que había que cumplir era la de pasar el trámite del domingo, nos fuimos a tomar algo y comprobar que tal estaba la noche figuerenca. Lalo y yo hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos mientras Charles, fuera de mercado, se sentó con una pierna encima de la otra, gin tonic en la diestra y el índice de la mano zurda en el bigote limitándose a hacernos gestos de tipo “ataca” o ”esta no vale un duro”. Y en cuanto cerraron el garito nos fuimos por donde habíamos venido a comentar las mejores jugadas y ensobrarnos.

Ruta 24 CBTT Salins Basegoda: Figueres – Avinyonet - Figueres

Charles y Lalo se largaron a medio día y me quedé con un poco de penilla de que se hubiese pasado el puente a semejante velocidad. Nada mejor para remediarlo que una rutilla rápida por los caminos cercanos a Figueres. Sin mucha dificultad en poco más de tres horas se completan los 24 kilometros de la ruta que comienza y acaba en Avinyonet de Puigventós más los 4 que separan Figueres de Avinyonet. En total 30 kilómetros. Después más de 100 km. la bici se ha merecido una duchita y una engrasadita para que descanse durante toda la semana.

6 comentarios:

javi duque dijo...

el lalo y el charles han ido a comer y poco más, me parece a mí. Partit de costellada, que se llama...

por lo demás, ya me hubiera molao a mi darme una vuelta y comerme 17 albondigas despues de la bici con vosotros.

por cierto, fuiste a montmeló al final??

salut!

pjdfp dijo...

te aseguro que la primera ruta no era de costellada ni de coña y sobretodo primo charles está en mejor forma de lo que me esperaba. El que tuvo retuvo.
Nos acordamos de las 17 albóndigas y leímos juntos tu entrada del NYC.
Al final no fuí a Montmeló, hubo disyuntiva grave: bici o tímpanos destrozados, al final me destrocé las piernas.

pfp dijo...

como sacas de favorecida a la bici con fondo de amapolas primaverales... eres un romantico.... besos mm

pjdfp dijo...

claro,
para que se note que es primavera y que ya soy más de pueblo que las amapolas.

LUC dijo...

un sueno de fin de semana, me parece a mi.

estas historias son de los mejores en la vida.

que te dure esta epoca...cuanto me gustaria participar en alguna de esas aventuras.

pjdfp dijo...

Hola Luc, la verdad es que son viajes que dificilmente los podremos olvidar.
No te preocupes, estoy seguro que todavía quedan muchas aventuras conjuntas en las que podrás participar.
Un abrazo!!