martes, 13 de mayo de 2008

Media maratón de Girona 2008




Desde hacía bastante tiempo, en el vestuario del gimnasio veía a gente prepararse para ir a correr todos los días a eso de las siete y media de la tarde. A parte, mi vecino, socio del mismo gimnasio, me había comentado que algunas veces había ido a correr con un grupo de locos de la larga distancia.
No fue hasta hace un par de semanas que, antes de entrar al vestuario, vi a uno de ellos que ya estaba preparado y leyendo el periódico relajadamente en el amplio recibidor del gimnasio. Le pregunté si podía unirme con ellos esa tarde y por supuesto no puso ninguna objeción.
Al poco rato ya estábamos estirando y me presenté al resto de corredores, una chica y tres chicos, por lo visto faltaba alguien más pero debía estar de viaje. Así que salimos, los primeros dos kilómetros fueron suaves.
Mientras comenzamos a rodar yo me coloqué al lado del que parecía ser el líder del grupo, el más mayor y el que tenía más kilómetros a las espaldas con seguridad.
Comentamos lo típico: distancia preferida, mejores tiempos, maratones…
Al poco dejamos de hablar y el ritmo, lo noto, se ha endurecido y no baja hasta que volvemos al gimnasio.
El jueves, me dicen, van a hacer series y un martes al mes hacen veinte kilómetros, todos los demás días hacen una horita de reloj corriendo.
Al cabo de dos semanas, después del puente, toca uno de esos martes que corren casi media maratón. Yo no lo se y no me doy cuenta hasta que llegamos a Castelló d’Empúries. A la vuelta ya es casi oscuro y amenaza con lluvia. Les digo que es la primera vez que corro veinte kilómetros un día de diario y la mayoría se ríe. Un de ellos me dice que me apunte con ellos a la media maratón de Girona.
Al principio dudo. Pero a la mañana siguiente, después de haber dormido como un niño y de despertarme sin casi molestias ni agujetas me apunto a la carrera por Internet.
El domingo empieza todo muy temprano. Quedamos todos a las 7:30 a.m. en frente del bar NII.
El día está nublado con amenaza seria de lluvia.
Durante la carrera empezamos todos juntos menos el más veterano que antes de acabar el primer kilómetro le hemos perdido la vista. A los cuatro kilómetros mi zancada se abre cada vez más y más y cojo un ritmo bastante agradable. Empiezo a adelantar a gente y más gente.
En el kilómetro siete a una de las personas que adelanto parece gustarle mi ritmo y se pega a mi lado, vamos juntos hasta el kilómetro doce y allí se despega de mí y me empieza a dejar atrás. Yo voy bien así, no quiero seguirle.
La carrera se está haciendo muy agradable. Principalmente el recorrido transcurre por las cercanías y polígonos de la ciudad, cosa que no es que sea muy bonita, pero como el día es fresquito y en definitiva hemos venido a correr, no importa.
Todo sigue más o menos bien hasta que llegamos al kilómetro catorce y pico, casi en el quince empieza un subida bastante importante que a estas alturas se hace pesada. Justo en el quince hay el tercer avituallamiento (uno en cada punto kilométrico múltiplo de cinco) y me tiro una botella de agua por encima y bebo lo poco que me cae en la boca. La camiseta se me empapa y el agua me baja hasta las zapatillas, esa agua, junto con los charcos que he pisado, las cuatro gotas que han caído y las otras tres botellas que me he tirado por encima me moja las zapatillas y me empiezo a sentir un poco incomodo en los pies. En el 16 vuelve a haber una subida importante y además los participantes de media maratón estamos empezando a adelantar a los corredores más rezagados de la carrera de 9 km que se iniciaba a las 10, la mayoría de estos son niños y niñas que como mucho han dado una vuelta corriendo al patio de su colegio y después de tres kilómetros están totalmente desfondados y no les queda más remedio que andar. Nueve kilómetros me parece demasiado para un niño pequeño.
Se acaban las cuestas hacia arriba y comienza la bajadas en dirección a la meta, ya solo quedan 3 kilómetros que se me hacen bastante pesados pero saco fuerzas y consigo acabar con un sprint de casi 200 metros para llegar con mi mejor marca en media maratón: 1:35:49.

5 comentarios:

pfp dijo...

ENHORABUENA chavalín. besos mm

Carlos Cruzado dijo...

Eres un Crack¡¡ Con un poco de entrenamiento y tu mejor marca en 1/2 marathon. Mi enhorabuena¡¡ Ahora me voy a tener que poner las pilas para que no me pases por encima la proxima vez que nos veamos. Un abrazo¡¡

LUC dijo...

Asi se empieza la historia con una mitja a la mejor marca en la vida. Bueno, a ver que sale en la proxima entrada!

Acabo de comprarme zapatillas de fotbal (el soccer - como se dicen por aqui) - a ver como me van manana por la manana cuando se reunen los padres del barrio...

Anónimo dijo...

Buen relato. Emocionante. Con la historia de las zapatillas y el agua, creía que estabas empezando una excusa para retirarte, pero por otra parte me parecía raro en ti.
Una duda. Dices que al veterano lo perdisteis de vista en el primer kilómetro, pero no queda claro si se fue o se quedó rezagado...

pjdfp dijo...

pués nos dejó él, su tiempo fué de 1:29, un tiempazo.