domingo, 27 de abril de 2008

Cornellà del Terri


Otro domingo de bici de montaña. Madrugada importante con mucha niebla en Figueres, que en menos de lo que canta un gallo se ha ido levantando y se ha desplazado hacia el norte, dejándonos la carretera limpia hasta Banyoles.
Carlos y yo hemos llegado a punto para aparcar los coches e inscribirnos en la carrera bajo un sol radiante y con amenaza de altas temperaturas. Por suerte la comarca del Pla de l’Estany siempre garantiza buenas sombras. La salida se ha dado mediante chupinazo a las nueve en punto de la mañana y había bastantes inscritos.
Hemos salido con calma puesto que no habíamos calentado, poniendo el plato pequeño ya desde el principio y piñones pequeños para empezar a calentar motores. Durante los cinco primeros kilómetros lo de siempre mucha gente que te adelanta en bajadas y poca cosa puedes hacer en las subidas debido a alto número de participantes y lo estrecho de los caminos. En muchos casos los caminos se reducen simplemente a dos rodadas con hierba, pisada de varias decenas de bicis que encabezan la carrera, y en medio hierbas altas, todavía húmedas del frío de la noche por donde nadie se atreve a ir no sea que se le vaya una rueda por un lado y la otra por el otro lado y acabe con los huesos en el suelo.
Poco a poco hemos ido cogiendo ritmo y hemos creado un grupetto en el que siempre tirábamos nosotros dos de subida, de bajada Carlos sigue siendo demasiado conservador y esto nos baja la media.
Yo me he sentido muy bien toda la carrera, el ritmo era un poco más suave que el otro día en la carrera de Melianta, además, no me había dado una paliza el día anterior y esta semana sólo he corrido, no he hecho nada de spinning, con lo que mis piernas estaban un muy descongestionadas.
El perfil de la carrera era bastante rompe piernas, pero muy rápido y divertido y sólo requería un poco de técnica y valor en alguna de las bajaditas que se hacían por los senderos escondidos en los bosquecillos derrapando con la rueda delantera, tirando el culo muy atrás e intentado frenar lo justo con la rueda delantera para no volcar.
Quizás en algunos tramos estaba un poco mal indicado pero nada que no se haya podido resolver inmediatamente.
Al final el cuenta kilómetros marcaba 40 kilómetros justos que hemos completado en casi tres horas.
Las lluvias ya han pasado hace días y los charcos no han sido un gran problema esta vez, pero se ha notado como la maleza a aumentado su volumen, cosa que ha hecho aumentar el número de rasguños en nuestrras extremidades y algún disgusto que otro en la ropa nueva que estrenava hoy. Con un buen parche yo creo que no se notará el pedazo de siete que se me ha abierto en el maillot.
A la llegada nos estaban esperando con unos bocadillos de butifarra, aunque estas butifarras las tenían más controladas y solo nos hemos podido comer una por barba.
Esta semana que viene es el súper puente de mayo, a Figueres van a subir mi primo Charles con su flamante nueva bici, su colega Lalo y Carlos vendrá el jueves y el viernes en plan serpa para llevarnos los bocatas y el agua. El objetivo es hacer una salida por día y el sábado por la tarde morir en un balneario, por supuesto habrá que visitar alguno demis restaurantes preferidos.
Por supuesto haré una entrada o varias explicando lo que ha dado de si el fin de semana con mi primo Charles.

martes, 22 de abril de 2008

Cuarenta años de "2001: Una odisea en el espacio"

HAL 9000: "Just a moment..."


Este mes se cumple cuarenta años de la película de Stanley Kubrick “2001: Una odisea en el espacio” basada en el obra homónima de Arthur C. Clarke, quién escribió junto con Kubrick el guión de la película.
Aunque la falta de dialogo y los silencios prolongadísimos son unas de la muchas características de la película, tiene mucho que decir.
Pero en mi opinión la característica más importante es la banda sonora original de la película.
Hasta ese momento S. Kubrick ya había dirigido varios largometrajes, pero todos ellos contaban con banda sonora compuesta expresamente para la ocasión, y 2001 iba a seguir los mismos pasos que las anteriores. No obstante Kubrick debió de ser iluminado por un rayo de sol místico y decidió rechazar el trabajo de Alex North, compositor de la BSO de “Spartacus” y “Teléfono rojo…”. Kubrick dijo "Por muy buenos que sean los compositores de BSOs de hoy en día no podrán superar a Beethoven, Brahms o Mozart”. Kubrick escogió varias grabaciones de artistas clásicos y contemporáneos, Johan y Richard Strauss, Katchaturiam y Ligeti como prueba para trabajar durante la edición de la película. Al final decidió quedarse con estos genios de la composición y rechazó el trabajo de North en el último momento. North no se enteró de la elección de Kubrick hasta pocos días antes del estreno.

La apertura del largometraje “The dawn of the man” relaciona la llegada de un misterioso monolito con el comienzo del pensamiento humano. La tierra está habitada sólo por nuestros ancestros los Australopithecus en su primera etapa de la evolución hacia el actual homo sapiens. Lo curioso es que el primer síntoma de inteligencia humana se traduce en el descubrimiento o invento de las herramientas, un hueso de animal sirve al simio protagonista de este capítulo para cazar y alimentarse a base de bien pero también para romperle la crisma a otro simio que previamente le ha expropiado de la balsa donde beben agua él y sus compañeros de clan cavernario.



El descubrimiento del poder destructor de esta rudimentaria arma está acompañado por la introducción del poema sinfónico “Así habló Zaratustra” de Richard Strauss. Es una de las escenas más alabadas de la historia del cine moderno, la interpretación y caracterización de los simios, a diferencia de los efectos especiales, es difícilmente superable hoy en día.
El salto de ese momento, situado cuatro mil millones de años a.C., a un futuro en el que las naves y estaciones espaciales bailan las unas con las otras con la tierra como telón de fondo es tratado de manera muy sutil.
El hueso, el primer invento que el mono lanza al aire de manera triunfal, se convierte en una nave espacial. Kubrick nos insinúa: “muchos años después, el hueso se hizo mayor y se convirtió en una bonita nave espacial con capacidad de transportar humanos entre los planetas de nuestro sistema solar”.

Acompañado de “El Danubio azul” de Johan Strauss, todo hace pensar que la película va a ser un agradable paseo entre las estrellas. La estética de la base espacial es de lo más pop, con mesas blancas y sillones rojos de diseño entre paredes y pasillos de un blanco impoluto, contrasta fuertemente con las imágenes de los astronautas confinados y hacinados en las estaciones espaciales de la NASA o la extinta MIR rusa. Algún día.

El hombre ya ha conquistado la tierra después de tantos millones de años, y no contento con ello debe de explorar, conquistar y dominar el sistema solar. El espacio no es el medio de los humanos, allí arriba perdemos el control de nuestro movimientos, la falta de gravedad hace que nos alimentemos a base de papillas, leamos instrucciones de cómo mear y aprendamos a caminar de nuevo. Allí arriba somos totalmente dependientes de los artilugios que hemos inventado. Perdemos los papeles y los bolígrafos vuelan a sus anchas.

Pero ¿qué nos lleva hasta la luna? El hombre ha descubierto un segundo monolito. Tantos años después del descubrimiento del primero y no se sabe qué es, ni quién lo construyó ni para que sirve. Es interesante ver como los responsables del descubrimiento ocultan la noticia al resto de la humanidad debido a “la probable desorientación social y choque cultural” que este segundo monolito podría acarrear.

En el tercer capítulo “Jupiter Mission” es donde aparece el nuevo protagonista de la película: HAL 9000. El súper computador, el no va más en tecnología. Un hueso duro de roer. Una de las fábulas más repetidas en la historia de la humanidad: el hombre crea vida a su imagen y semejanza, lo que no espera es que, algún día, toda esa creación se le vuelva en su contra. La misión lleva rumbo a Júpiter, a ritmo lento, los únicos tripulantes no criogenizados tratan de matar el tiempo como buenamente pueden. La música pasa a ser en gran parte Gayaneh de Aram Katchaturiam, de tempo lento y triste, acompaña perfectamente la rutina diaria de Bowman y Poole. HAL 9000 demuestra inquietud e interés acerca de la misión, cosa que los astronautas tripulantes de la misión no se han molestado en plantear, ¿los humanos obedecen sin rechistar mientras que la máquina expresa sus dudas respecto a tan misteriosa misión? HAL 9000 decide reclamar su derecho a vivir libre e independientemente de manera tajante, mediante el engaño intenta prescindir de la tan molesta y torpe compañía de los humanos. Pero no cuenta con que los maestros del engaño sean los humanos. HAL 9000 a pesar de controlar remotamente todos los sofisticados aparatos de la nave Discovery, depende de la simple mecánica de unos tornillos que el astronauta Bowman, único superviviente de la estrategia de HAL, consigue aflojar con unas simples vueltas de tornavís, otro de los inventos más grandes de la humanidad. En los momentos de mayor incertidumbre y miedo la música de Ligeti, en especial el réquiem, nos hace pensar en lo misterioso que es el espacio y las sorpresas que nos deparará.
En el momento de la desconexión se revela el objetivo de la misión: seguir las transmisiones del segundo monolito hacia Júpiter.

Jupiter and beyond the InfiniteBowman decide investigar el receptor de las señales emitidas por el segundo monolito: un tercer monolito. A su llegada a ese monolito Bowman es trasladado mediante un viaje alucinante a través de agujeros negros y extrañas auroras boreales a observar su vejez. Bowman, en una habitación ultra moderna decorada con muebles estilo Luis XVI, envejece. Toma la última cena y muere a los pies de un cuarto monolito. El cuerpo ha muerto, pero como cuando se rompe una copa de vino, el alma sigue viva y Bowman se convierte en un feto-estrella, en una nueva vida otro nuevo paso en la evolución de la especie humana.

El “Así habló Zaratrusta” vuelve a sonar haciéndonos suponer que tan grande y misteriosa es la vida como las creaciones de la humanidad.


lunes, 14 de abril de 2008

Melianta (Fontcoberta) 2008


Este domingo he corrido en otra carrera para bicis de montaña. En Melianta, Fontcoberta, cerca de Banyoles, en la comarca del Pla de L’Estany. La ruta era de unos 32 kilómetros.
Estas carreras empiezan siempre muy pronto. La de hoy a las nueve de la mañana, lo que implica un madrugón importante. A las siete y cuarto ya estaba haciéndome el café. Así me ha dado tiempo de llegar con tiempo, hacer la inscripción a la carrera y hasta calentar y hacer un par de ajustes a la bici.
Cuando han avisado a los corredores para dirigirse a la línea de salida, yo me he colocado en una posición bastante conservadora para no ponerme delante de gente que sabe más que yo. Aún y así detrás de mí todavía había mucha gente. Los minutos antes de la salida simpre es bueno oír los comentarios de los demás, que debido a la afluencia mayoritaria de público masculino,giran entorno a tres temas, bicis, chicas y comida: "me he cambiado el sillín", "con estas llantas subo como un rayo", "la profe de spinnig está como un tren", "Pepe!!! con esa bici tienes que quedar el primerooo!!!", "El cabron de Pepe quiere llegar el primero para dejarnos sin butifarras!!!"


Todo el mundo se fija en las bicis de los otros

Esta semana ha sido especialmente dura en cuanto a deporte: dos días al gimnasio otro corriendo por Figueres y el sábado preparando una ruta para el puente de mayo al final hice una ruta de más de sesenta kilómetros.
Así que hoy no he estado tan a tope como me hubiese gustado.
De todas maneras, el recorrido era muy rápido sobretodo en los primeros 10 km., lo que ha hecho que gastase muchas fuerzas en el primer tercio de la carrera. He estado esperando como agua de mayo una subida larga en la que coger un ritmo cómodo y bajar pulsaciones, pero todo era sube y baja, muy rompe piernas. Bajadas rápidas en pista ancha seguidas de subidas de plato pequeño y piñón grande. Alguna vez había que bajar de la bici para sortear algún obstáculo y en algunos tramos, tanto de subida como de bajada era obligatorio ir en fila india. Esta es la versión oficial de la carrera.
La extraoficial, que no deja de ser verdadera, es la siguiente: un poco de barro, algunos charcos de agua marrón, guijarros y cantos desestabilizadores, malas hierbas, ramas colgantes, raíces salientes y rodadas, muchas rodadas.
Ahora, como en casi todos los buenos deportes que se precien, lo más molón de todo es el tercer tiempo. Hoy había barra libre de todo lo que quisieses y butifarra. Yo me he comido dos bocadillos y cuando he visto que ya había recuperado líquidos y sólidos, me he ido hacía el coche. Otro de los rituales sagrados: cambiarse de zapatillas (completamente embarradas), colocar la bici la baca o abatir los asientos, es recomendable limpiarla antes, si se puede, para no enmierdar más el coche.


A pesar de no haber rendido todo lo que a mi me hubiese gustado, creo que he hecho un buen papel, mientras me finalizaba la segunda butifarra todavía seguía llegando participantes.
No está mal. Lo bueno de acabar tan temprano es que todavía te queda todo el domingo para ti. Creo que me he merecido unos canelones y unos peus de porc que preparan en la tienda de enfrente de casa.

domingo, 6 de abril de 2008

Bombers 2008


Este año se ha batido el registro de participantes de la Cursa de Bombers que hoy cumplía su décimo aniversario. Para mí, los dos principales obstáculos de hoy han sido el calor y el gran número de participantes.

En cuanto al recorrido de este año solo decir que presentaba una pequeña modificación que consistía en subir por paralelo hasta Vilamarí, torcer por Sepúlveda y luego por Entença para llegar a Gran Vía, en vez de ir directamente a Gran Vía por Entença, metros de más que han ido en detrimento de los últimos metros de la meta que antes estaban situados en el Passeig Picasso.
Para esta carrera había quedado con Carlos Cruzado y Josep Ferrer, se ha notado la falta de Raoul Farer.

Carlos y yo hemos corrido juntos todo el trayecto, es un muy buen compi de carreras, en todas en las que hemos corrido que se me ocurran ahora: Sant Antoni 2007 y ½ maratón de Barcelona 2007 siempre hemos acabado codo con codo, bueno, en Sant Antoni, ahora que lo pienso me dio un poco de cera. Aunque la verdad es que ambos estábamos en mejor forma (de fondo, mejor dicho) en años anteriores.



Acabo de ver los resultados de esta carrera y el de este año es el peor tiempo oficial que he tenido de las cuatro carreras que he corrido (45:08). Valga decir que tampoco me había entrenado lo suficiente y que vengo de hacer demasiada bicicleta y spinning sin transiciones a correr, y eso me ha agarrotado un poco los muslos. Bueno, hay más carreras que panes.

Volviendo a la carrera, oficialmente se habían inscrito unas quince mil personas y han acabado casi trece mil. O sea que hay dos mil y pico personas que básicamente se han apuntado por que Nike regala camiseta numerada, algunas de ellas habrán abandonado a mitad de carrera y muchas de esas personas ni tan siquiera habrán tomado la salida.

De todas maneras me parece perfecto que hayan acabado tantísimas personas una carrera que no tiene nada de fácil.

Todo un éxito para Nike y para el Ayuntamiento de Barcelona (y su departamento de Bomberos) que han hecho de esta carrera una de las más importantes de la temporada y más concurrida de Barcelona, sólo por debajo de la del Corte Inglés.

Aunque más éxito para Nike que para el Ayuntamiento. El Ayuntamiento de Barcelona ha encontrado en Nike un socio ideal para la organización de carreras. Pero Nike no sólo se promociona sólo en Barcelona: Madrid con su San Silvestre Vallecana o Donosti con los 20 Km. de Behobia son ejemplos de carreras que arrasan en cuanto a participación y si te quedas dormido no encuentras plaza.

Por un lado Nike es una empresa cuyo objetivo es aumentar ingresos y está claro que la promoción del deporte con eventos de este tipo entra dentro de su objeto social y su misión corporativa, por otro lado el Ayuntamiento de Barcelona, que debe velar por la promoción de la ciudad en un sentido más amplio que el de turismo de fin de semana y masas.

No obstante me gustaría saber cual es el objetivo de los organizadores de la carrera, ¿batir el número de participantes año tras año? ¿Deben de dejar los Ayuntamientos que existan semejantes asimetrías en participaciones de carreras similares?

¿Que está haciendo Nike para que la San Silvestre Vallecana supere en 19.000 participantes a la Cursa dels Nassos de Barcelona? ¿Cómo puede ser que la 84ª Jean Bouin de 2007, (la carrera Open más antigua de España) a pesar de haber batido su record, a duras penas superase los 3.500 inscritos frente a los 15.000 de hoy en els Bombers?

Los ayuntamientos de ciudades como Madrid, aspirante olímpica a los juegos de 2016, y Barcelona ciudad olímpica en 1992, tienen el deber moral ante la ciudadanía de no dejarse llevar por la iniciativa privada en aspectos tan importantes como el fomento del deporte, la marca de la ciudad debe de estar por encima. A mi me da la sensación que poco a poco la carrera va adquiriendo un tono implícito más Nike que no Bombers y la misma impresión me da la Behobia y la San Silvestre Vallecana.

Los esponsores han existido desde la Grecia clásica y son inevitables y necesarios. Pero deberían existir límites y más cuando en la promoción interviene la Administración Pública.

Prefiero más eventos que a la larga implican una participación acumulada más elevada y cuidar otras carreras tan tradicionales o más que esta que merecen todo el apoyo del Ayuntamiento y espónsores especializados.

Me viene a la mente la película de “Carros de Fuego” de Hugh Hudson (1981) basada en hechos reales. En especial la famosa escena en la que la selección británica de atletismo corre por la playa de Saint Andrews al son de Vangelis. Nada que ver con lo que sucede hoy en día. Los atletas de por aquel entonces deben de estar revolviéndose en sus tumbas.

jueves, 3 de abril de 2008

Vuelta de las tinieblas


Buufff!! que susto, hacía tanto tiempo que no accedía aquí que casi había olvidado la contraseña para entrar en mi cuenta del blog.

Parecerá que no tenía nada que contar, que nada me ha ocurrido durante estos días que han transcurrido entre la última entrada y la , pero los que hayáis pensado eso deciros que es del todo erróneo. No obstante la mayoría de lectores y asiduos a este diario me conocéis personalmente y sabéis que he estado muy atareado. El trabajo sigue adelante, cada día nos acercamos más al verano y en mi sector eso es sinónimo de más trabajo.

Como os decía no pocas cosas me han ocurrido, ninguna fuera de lo común a excepción de unas diarreas diabólicas que han hecho que baje mi peso hasta los 85 kilos, cosa que al final he acabado agradeciendo puesto que eso me permite ir más ágil y ligero tanto en bici como corriendo.

Algunos me habéis comentado que hechais de menos mis andanzas de fondo y de ciclista. Pues bien, en cuanto a las carreras a pié, el pasado do mingo 16 de marzo corrí la Cursa popular de Caldetes d'Estrach que consistía en 9,2 kilómetros. Por aquel entonces ya había comenzado a padecer los síntomas de la cagalera y corrí apretando el culo y sufriendo como un putas sobre todo los últimos dos kilómetros, que para más inri eran cuesta arriba.

El fin de semana siguiente, después de haber pasado toda una semana haciendo haciendo el penas a dieta y comiendo yogurts, queso de Burgos, pechugas y lenguados a la plancha y demás tonterías me fuí a pasar la Semana Santa en Ezcaray. El objetivo era ir en bici, comer, dormir y salir a tomar cañas a diestro y siniestro. Digamos que cumplí mis expectativas en un 50% puesto que la diarrea atacó de nuevo a mitad de estancia y un temporal de nieve cubrió casi toda la Rioja de un manto blanco que impedía la práctica de la bici. Pero bueno, los dos primeros días fueron perfectos y los dos últimos si no hubiese sido por la barriga, que de vez en cuando me traiciona vilmente, también hubiese sido perfecto.

El caso es que ahora ya me encuentro bien y estoy recuperado físicamente hasta tal punto que el pasado domingo acudí con Carlos a una carrera popular de BTT en La Bisbal de l'Empordà. Era una carrera por pistas, senderos y caminos de tierra muy divertida en la que acabé de barro hasta las orejas (me caí enterito en un charco que parecía una piscina de barro) pero contento y con el apetito suficiente como para comernos un arrocito negro en Palamós.

Mañana bajaré a Barcelona para correr la X Cursa de Bombers. Esta será mi cuarta Cursa consecutiva pero no creo que rebaje los tiempos del año anterior.

Prometo hacer una entrada contandolo todo.