jueves, 19 de julio de 2007

Festival


Es sábado y estoy en la playa de la Nova Mar Bella tomando el sol, hace un calor asfixiante. Llamo a Vania para ver que tal le ha ido la semana, mucho curro, pero que como su niño Alex ya ha acabado los examenes se ha quitado un peso de encima. Ambos va a ir al Summer Case Festival que se celebra durante todo el fin de semana. Me ofrecen ir con ellos, no tengo nada mejor que hacer y el cartel promete bastante. Y aunque no prometa no hace noche para quedarse durmiendo en la cama.

Me despido de mis colegas playeros y dejo la toalla en el maletero del coche. Voy andando hasta la taquillas del evento. A las 18.00 ya hay gente fuera del recinto haciendo botellón: wisky calimocho, cervezas... lo que sea para aliviar el calor. Deduzco que la pulsera azul que llevan todos es la reglamentaria de este año. Compro la mía, buena sablada. Entro en bañador y con chancletas, a pesar de ir con esas pintas soy de las personas más discretas en cuanto a indumentaria se refiere. Mucho gafa-pasta, pantalones de pitillo y peinados recien salidos de La Pelu. Me trago el primer concierto, debajo de una carpa, con un aforo que no llega ni al 20% de la capacidad total posible. Los notas que están tocando no los conocen ni sus madres pero seguro que son los típicos que luego en Rockdeluxe o en Diario Pop de R3 los ponen por las nubes con frases tan tajantes como: "fueron los mejores de todo el fin de semana con diferencia" o "los únicos que emanaban espíritu de festival por todos los poros". El caso es que no lo hacían mal y la música en vivo es música en vivo. Además a esas horas puedes ir con chancletas sin miedo a que te claven los tacones de aguja en el pié.

No hay mucha más animación y ya se me ha hecho tarde, las 20:00. Tengo que ir a casa, ducharme y pasar a buscar a Vania y Alex. Una vez cumplido esto y unas birras más tarde vuelvo a estar en el Forum, ya comienza a estar petado. Vemos a DJ Shadow, se limitó a reproducir sus mejores éxitos y decir "I love Barcelona" y poca cosa más. Luego vemos a Gossip, una tía de 120 kilos baila frenéticamente de un lado al otro del escenario, no creo que llegue a vieja, aunque es espectacular y tiene una buena voz. Más tarde Air, gabachos de altos vuelos, vestidos de blanco con cara de estar flipando con ellos mismos, pero buen directo y buen batera.

Luego empezamos a ver el concierto de los Kaiser Chiefs, adrenalina y endorfinas como por un tubo, típicas canciones que has oído una vez en tu vida y que cuando las oyes por segunda vez te preguntas: "¿esta canción es de estos tíos?", obviamente la has oído en los anuncios de la tele. Más tarde vemos a los locos de !!! un notas de dos metros de alto con unos brazos que le llegan casi hasta las rodillas baila como si estuviese poseído por el demonio, la gente se vuelve loca, pero sólo mantienen este ritmo durante la primera parte del concierto.

Durante estos tres o cuatro conciertos me he perdido y me he vuelto a encontrar con mis compañeros como unas cuatro veces. El recinto esta abarrotado de gente y de cada diez personas que te cruzas, una está pegada al teléfono con el brazo en alto y gritando a su interlocutor: "Estoy mirando hacia el mar con la mano derecha levantada" o "¿¿ahora me ves?? ¡¡Por que yo a ti te he perdido!!" Yo también hago lo propio. Además no voy con un grupo solo de gente, por un lado tengo a Vania, Alex y sus colegas y por otro a Alba y sus colegas. Así que voy yendo y viniendo cual pelota de tenis. A veces nos cruzamos sin tener que utilizar el teléfono, parece un milagro, es como encontrar una aguja en un pajar.

Más tarde (a las 3:30) empieza el concierto estrella: The Chemical Brothers. Ya es la tercera vez que acudo a uno de sus conciertos y lo único malo es que siempre se me han quedado justos de tiempo. Esta noche, sin embargo, nos han ofrecido una extensa sesión de casi dos horas. Excelente.

Decidimos irnos con buen sabor de boca y prescindir de Felix da Housecat, son las cinco de la madrugada. Una hora más tarde nos arrepentimos de haber tomado esa decisión. La salida del Forum está llena de gente y la perspectiva que nos ofrece la Diagonal implica tener que enfilar a patita hasta bien lejos. Hay que llegar hasta Glories, recorrido que normalmente lo hago a pata coja, pero que tras tanto ajetreo te sienta como una patada en los riñones. Para colmo decidimos atajar pero no sirve de nada. Llego a casa con el solano dando bien fuerte. Bueno, hacia tiempo que no llegaba tan tarde a casa, pero ha merecido la pena. Ahora a dormir.

Entre la primera foto y la segunda hay doce horas de diferencia. Aparecen Alex (parece querer ir a la cama) y parte de la cabecita de Vania, "perdidos en el corazón de la grande Babilón". Gran noche!!





1 comentario:

Anónimo dijo...

Te mandé un buen rollo sobre los renos pero como la informática no es lo mío parece que no te ha llegado.
Sobre esta última publicación del "Festival"... Qué suerte ser mayor para acostarme pronto!!!
Kundry