Deprisa, deprisa, os resumo lo que ha dado de si este pasado fin de semana.
En la última entrada os hablaba de mi pasión compartida con mis primos por los bocadillos del Frankfurt Pedralbes. La cita tuvo como resultado una factura de aproximadamente 80€, lo que incluye unas cuantas cervezas y unos 16 bocadillos, 12 de los cuales cayeron en manos de Jorge, Charles y yo, los otros cuatro se los repartieron primos por parte paterna de Jorge y Charlie. Así que se puede llegar a la conclusión que los Franco Duque (apellidos de mis primos) han heredado el mismo gen que yo he debido de heredar, un poco suavizado, eso si. Ni que decir tengo que en lo que a ingesta de alimentos se refiere, no me llegan ni a la suela de los zapatos, bueno, digamos a la rodilla.
Luego nos tomamos unos mojitos en un garito que encontramos por casualidad en el Born, unos mojitos dignos de ser mencionados. El camarero nos contó la historia que Ferran Adrià le había enseñado esta técnica de preparar mojitos que consistía en la maceración de la hiebabuena junto con el limón y el ron dentro de una botella de sifón. Rumbo a Gracia inteno enseñar la supermarcha nocturna de Barcelona a mis primos con resultado bastante negativo. Al final acabamos en lo que sería el equivalente del Mercurio en Barcelona: el María, un local decorado con posters y ediciones limitadas de discos de los Doors, Beatles, Jimmy Hendrix, The Who, Led Zeppelin, Rolling Stones y demás glorias del Rock and Roll. Aproximadamente a la una nos vamos a la cama. Ellos duermen en casa de su prima Astrid y cojen un taxi, yo me monto con ellos para ahorrarme un paseo de 500 metros y me arrepiento debido a lo pesado que es el taxista. Típico amargado que se caga en todo con un largo repertorio de topicazos tipo: "Menuda mierda de país!! que pocas cabezas ruedan!! Si yo fuese presidente esto sería otra cosa!! Que me dejen a mí y ya veras como cambio esto en dos días!! Yo no he tenido vacaciones en mi puta vida". Para colmo Charlie le da coba: "el país ha mejorado mucho, está bien que no exista la pena de muerte, es importante de vez en cuando cogerse vacaciones para desconectar..." Salto del taxi casi en marcha antes de estrangular al peseto y les escribo un msm de buenas noches a mis primos en el que escribo: "que se cayeeeeee, dile que se caaaayeeeee, dile que se cayeeeeee, de una puta veeeeez!!!!!" (entonar tipo cántico hooligan)
Al día siguiente la resaca (de bocadillos) se deja notar, cenar cinco bocadillos de esos te deja más deshidratado que 10 horas a pleno sol.
Y hablando de sol vamos a la playa de Torredembarra, no sin antes tragarnos un atasco de pelotas en la AP7 dignos de postal vacacional mediterranea. Nos consolamos diciendo que un verano sin atasco es como un jardín sin flores.
En Torredembarra mis primos se encuentran con bastantes amigos suyos de la infancia y adolescencia. Varias rememoraciones de momentos míticos de sus veranos, una fidehuà notable y unos bañitos en un agua increíblemente transparente y volvemos a Barcelona. Yo he quedado con mi amigo Carlos Muniesa, excompi de master que se ha enganchado a la bici.
Carlos es fumador y me sorprende que se haya aficionado. Así que decido ir a comprobar su estado de forma.
El tío aguanta mejor de lo que pensaba, hacemos unos 20 km suavemente y volvemos a casa. Bravo por Carlos, tiene futuro.
La cena con los primos consta de un par de pizzas, que nos dejan KO. Casi no puedo ni respirar y llego a casa reptando cual Boa Constrictor rellena de puerco espín.
Ya es domingo. Me despierto pronto y desayuno un cruasán plancha en la Farga rodeado de abueletes de la Diagonal que leen el ABC o la Vanguardia. Hace un día nublado y mis primos están sobaos 100%, los teléfonos desconectados les delantan. Al cabo de un rato me llama Charlie y le pregunto: "¿Todavía estas sobado?" él responde con voz pastosa "No, no, tío, todavía estoy despierto, te llamo luego". Tardarán unas cuantas horas en confirmarme la hora a la que debo encontrarme con ellos. Así que aprovecho para acabarme "Esperando a Godot" de Samuel Becket. Obra de teatro en dos actos que debería leerse en una hora pero que me ha costado leer un mes. Bastante surrealista. Empiezo a leer "Una mujer cualquiera" de Arthur Miller que tiene pinta de ser más potable.
Charles & George están preparados para la visita del museo Picasso, pero al final acudimos al MACBA, se nos queda la misma cara de incredulidad que se me ha quedado a mi después de acabar con "Esperando a Godot". Charles se indigna, como viene siendo habitual desde que tiene uso de razón.
¡¡¡Este es el careto que se le queda a Jorge!!!
¡¡Pero eso no nos hace perder el hambre!! Nos vamos al Port Vell y nos jamamos unos boquerones, unas navajas, un ensaladote y una paella.
Carlos Muniesa me vuelve a llamar para ir en bici. Vale, me parece buen plan. Esta vez hacemos 40 kilómetros, se lo pongo un poco más difícil y veo que el tío aguanta pero todavía no está hecho un autentico perro de presa. Pero vuelvo a repetir: apunta maneras y creo que este invierno voy a tener un buen compañero de rutas ciclistas. Bien, bien, me gusta la idea.
Después de la ducha me pasan a buscar Charlie con Cristina y, junto con Carlos, (Jorge a vuelto a los Madriles) nos vamos a cenar a un Lizarran donde me encuentro con José María, su mujer, Conchita y su hijo. Que pequeño es el mundo. Me pongo de chistorra hasta arriba.
Pagamos la cuenta y nos disponemos a salir del bareto cuando se pone a llover torrencialmente, así que no nos queda más remedio que pedir un postrecito y esperar a que amaine.
Carlos se ha dejado el casco en la moto y se le ha empapado por dentro, jeje que putadilla más gorda!! Cristina y Charles se montan en mi coche y cruzamos Barcelona desierta y a oscuras. Me recuerda a Bucarest. Las ramas de los árboles llegan casi hasta las aceras, y tapan la tenue luz de las pocas farolas que todavía funcionan, mientras caen las últimas gotas de la tormenta y los truenos suenan cada vez más tarde de la aparición de los relámpagos. Por la calle no hay nadie. Barcelona es una ciudad fantasma.
Et le weekend c'est finnit!!
En la última entrada os hablaba de mi pasión compartida con mis primos por los bocadillos del Frankfurt Pedralbes. La cita tuvo como resultado una factura de aproximadamente 80€, lo que incluye unas cuantas cervezas y unos 16 bocadillos, 12 de los cuales cayeron en manos de Jorge, Charles y yo, los otros cuatro se los repartieron primos por parte paterna de Jorge y Charlie. Así que se puede llegar a la conclusión que los Franco Duque (apellidos de mis primos) han heredado el mismo gen que yo he debido de heredar, un poco suavizado, eso si. Ni que decir tengo que en lo que a ingesta de alimentos se refiere, no me llegan ni a la suela de los zapatos, bueno, digamos a la rodilla.
Luego nos tomamos unos mojitos en un garito que encontramos por casualidad en el Born, unos mojitos dignos de ser mencionados. El camarero nos contó la historia que Ferran Adrià le había enseñado esta técnica de preparar mojitos que consistía en la maceración de la hiebabuena junto con el limón y el ron dentro de una botella de sifón. Rumbo a Gracia inteno enseñar la supermarcha nocturna de Barcelona a mis primos con resultado bastante negativo. Al final acabamos en lo que sería el equivalente del Mercurio en Barcelona: el María, un local decorado con posters y ediciones limitadas de discos de los Doors, Beatles, Jimmy Hendrix, The Who, Led Zeppelin, Rolling Stones y demás glorias del Rock and Roll. Aproximadamente a la una nos vamos a la cama. Ellos duermen en casa de su prima Astrid y cojen un taxi, yo me monto con ellos para ahorrarme un paseo de 500 metros y me arrepiento debido a lo pesado que es el taxista. Típico amargado que se caga en todo con un largo repertorio de topicazos tipo: "Menuda mierda de país!! que pocas cabezas ruedan!! Si yo fuese presidente esto sería otra cosa!! Que me dejen a mí y ya veras como cambio esto en dos días!! Yo no he tenido vacaciones en mi puta vida". Para colmo Charlie le da coba: "el país ha mejorado mucho, está bien que no exista la pena de muerte, es importante de vez en cuando cogerse vacaciones para desconectar..." Salto del taxi casi en marcha antes de estrangular al peseto y les escribo un msm de buenas noches a mis primos en el que escribo: "que se cayeeeeee, dile que se caaaayeeeee, dile que se cayeeeeee, de una puta veeeeez!!!!!" (entonar tipo cántico hooligan)
Al día siguiente la resaca (de bocadillos) se deja notar, cenar cinco bocadillos de esos te deja más deshidratado que 10 horas a pleno sol.
Y hablando de sol vamos a la playa de Torredembarra, no sin antes tragarnos un atasco de pelotas en la AP7 dignos de postal vacacional mediterranea. Nos consolamos diciendo que un verano sin atasco es como un jardín sin flores.
En Torredembarra mis primos se encuentran con bastantes amigos suyos de la infancia y adolescencia. Varias rememoraciones de momentos míticos de sus veranos, una fidehuà notable y unos bañitos en un agua increíblemente transparente y volvemos a Barcelona. Yo he quedado con mi amigo Carlos Muniesa, excompi de master que se ha enganchado a la bici.
Carlos es fumador y me sorprende que se haya aficionado. Así que decido ir a comprobar su estado de forma.
El tío aguanta mejor de lo que pensaba, hacemos unos 20 km suavemente y volvemos a casa. Bravo por Carlos, tiene futuro.
La cena con los primos consta de un par de pizzas, que nos dejan KO. Casi no puedo ni respirar y llego a casa reptando cual Boa Constrictor rellena de puerco espín.
Ya es domingo. Me despierto pronto y desayuno un cruasán plancha en la Farga rodeado de abueletes de la Diagonal que leen el ABC o la Vanguardia. Hace un día nublado y mis primos están sobaos 100%, los teléfonos desconectados les delantan. Al cabo de un rato me llama Charlie y le pregunto: "¿Todavía estas sobado?" él responde con voz pastosa "No, no, tío, todavía estoy despierto, te llamo luego". Tardarán unas cuantas horas en confirmarme la hora a la que debo encontrarme con ellos. Así que aprovecho para acabarme "Esperando a Godot" de Samuel Becket. Obra de teatro en dos actos que debería leerse en una hora pero que me ha costado leer un mes. Bastante surrealista. Empiezo a leer "Una mujer cualquiera" de Arthur Miller que tiene pinta de ser más potable.
Charles & George están preparados para la visita del museo Picasso, pero al final acudimos al MACBA, se nos queda la misma cara de incredulidad que se me ha quedado a mi después de acabar con "Esperando a Godot". Charles se indigna, como viene siendo habitual desde que tiene uso de razón.
¡¡Pero eso no nos hace perder el hambre!! Nos vamos al Port Vell y nos jamamos unos boquerones, unas navajas, un ensaladote y una paella.
Carlos Muniesa me vuelve a llamar para ir en bici. Vale, me parece buen plan. Esta vez hacemos 40 kilómetros, se lo pongo un poco más difícil y veo que el tío aguanta pero todavía no está hecho un autentico perro de presa. Pero vuelvo a repetir: apunta maneras y creo que este invierno voy a tener un buen compañero de rutas ciclistas. Bien, bien, me gusta la idea.
Después de la ducha me pasan a buscar Charlie con Cristina y, junto con Carlos, (Jorge a vuelto a los Madriles) nos vamos a cenar a un Lizarran donde me encuentro con José María, su mujer, Conchita y su hijo. Que pequeño es el mundo. Me pongo de chistorra hasta arriba.
Pagamos la cuenta y nos disponemos a salir del bareto cuando se pone a llover torrencialmente, así que no nos queda más remedio que pedir un postrecito y esperar a que amaine.
Carlos se ha dejado el casco en la moto y se le ha empapado por dentro, jeje que putadilla más gorda!! Cristina y Charles se montan en mi coche y cruzamos Barcelona desierta y a oscuras. Me recuerda a Bucarest. Las ramas de los árboles llegan casi hasta las aceras, y tapan la tenue luz de las pocas farolas que todavía funcionan, mientras caen las últimas gotas de la tormenta y los truenos suenan cada vez más tarde de la aparición de los relámpagos. Por la calle no hay nadie. Barcelona es una ciudad fantasma.
Et le weekend c'est finnit!!
1 comentario:
pablo, te lo digo de corazón cualquier día te da un pampurrio, haz el favor de moderarte un poco en esos atraques de comer que te das...
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