miércoles, 15 de agosto de 2007

Entre todos los perdedores, el mejor.

Hace algún tiempo que me pasaba por la cabeza hacer mención a Sir Thomas Johnstone Lipton.

La explicación es bastante simple, la asociación de mar y té hace un par de fines de semana me trasladó ineviablemente a la 32ª edición de la Copa del America, que se celebró en la ciudad de Valencia. Con motivo de la regata, que es el evento deportivo más antiguo de la historia contemporanea, se reemitieron varios reportajes sobre la historia de este campeonato en los que me enteré de la existencia de este personaje.

Sir T.J. Lipton hijo de padres irlandeses con raices escocesas (Ulster Scots), nació entre 1848 y 1850 en la ciudad de Glasgow, Escocia. Los padres de Thomas regentaban una tienda de alimentación varia en Glasgow, lo que aquí se vendría a denominar mantequería, ultramarino o colmado.

Desde los 5 años hasta los 15 recibió educación en la Escuela Parroquial de San Andrés (Patrono de Escocia) en Glasgow. A la edad de 15 años abandonó esa escuela para ayudar a la subsistente economía de la familia Lipton con ingresos extras derivados de trabajos como mensajero, recadero etc, mientras seguía con sus estudios nocturnos en la escuela del barrio Gorbal, Glasgow.

En plena adolescencia y con el consentimiento paterno, Thomas se enroló como tripulante de una embarcación que zarpó rumbo los Estados Unidos y allí decidió empezar una nueva vida dedicada a viajar y trabajar.

Thomas trabajó en plantaciones de tabaco y de arroz, como vendedor de enciclopedias a domicilio, recadero, contable en sitios tan diversos como Virginia, Carolina del Sur, Nueva Orleans, Nueva Jersey y, por supuesto, en Nueva York.

Las vivencias y viajes por las americas ampliaron las miras de Thomas y en 1870 consideró que era una buena fecha para volver a su tierra natal.

Una vez vuelto a Glasgow, con 23 años, estuvo un año ayudando a sus padres con la tienda y al cabo de un año abrió su propia tienda, Lipton's Market tuvo bastante éxito y Lipton supo replicar el modelo de la primera tienda para abrir otras más. Primero extendió la marca a la ciudad de Glasgow, para seguir con Escocia y acabar conquistando toda Gran Bretaña.

En 1888 su red llegaba a los 300 establecimientos y estaba destinada a la incipiente clase media. Sin embargo, el éxito total estaba por llegar.

Durante esa época, el mercado del té estaba monopolizado por unos pocos comerciantes, como consecuencia los precios del té eran demasiado elevados para la working class y por lo tanto el té no gozaba de la popularidad actual.

Thomas Lipton encontró el mecanismo para romper el monopolio y ofrecer té a precios astronomicamente más baratos de lo que se vendia por aquel entonces. Además Thomas Lipton comercializó el té bajo lo que sería una de las primeras marcas blancas (quizás la primera): Lipton Tea, todavía existente, perteneciente al grupo Unilever y junto con PepsiCo creadores de la marca Lipton Ice con más de 35 años de historia.

Por aquel entonces, ya reconocido como Sir Thomas J. Lipton, el chico de los recados se había convertido en una compañía transatlántica con presencia en Europa, Estados Unidos y Canadá, con una flota propia de barcos a vapor.

¿Pero como logró Lipton ampliar su mercado hasta el otro lado del Atlántico? Obviamente el marketing (o como dicen los uruguallos: mercadotecnia) no se ha descubierto ayer. Abrir 300 locales en poco tiempo, no es fruto del azar, proporcionó a Lipton un conocimiento para seguir los mismos pasos en Norte América. Sin embargo Lipton aplicó por primera vez lo que hoy conocemos por patrocinio o esponsorización, es decir financiar una actividad, en este caso deportiva, a través de la publicidad. Algo que hoy es muy habitual dentro del deporte pero que a finales de siglo XIX se veía con muy malos ojos. Eso si, la esponsorización de hace un siglo no tenía nada que ver con la de hoy en dia. (Observar las velas desnudas del Shamrock V en 1930).




La obsesión de Lipton por la vela y la competición le llevó a patrocinar sus propios barcos de regatas, el Shamrock I, II, III, IV y V, específicamente diseñados para derrotar a los defensores de la Copa del America, representados por el americano New York Yacht Club.

Lipton, pese a su fortuna no formaba parte del Royal Yacht Squadron, club desafiante hasta entonces y primer defensor de la Copa de las Cien Guineas. Debido a sus origenes humildes no fué admitido como miembro hasta 1930, así que Lipton disputó sus cinco America's Cup siendo miembro del Royal Ulster Yacht Club.

Una vez tras otra, Lipton perdió todos sus desafíos: en 1899, fue derrotado ante el Columbia, en 1901 vencido otra vez por el Columbia, en 1903 machacado por el Reliance, en 1920 perdió ante el Resolute y definitivamente en 1930 aplastado por el Enterprise.


Columbia, Reliance, Resolute y Enterprise

Mas de treinta años como desafiante de los veleros defensores le valió a Thomas J. Lipton, por parte de los yankees del NYYC, el cariñoso sobrenombre de "Best of all loosers".

A pesar de perder todas estas veces, a T.J. Lipton le quedó el consuelo de ganar una envidiable cuota de mercado y de ser admitido, por fin, en el Royal Yacht Squadron.

La alegría le duro poco por que a la edad de 83 años, en 1931 falleció en su hogar de Londres, eso si, fué enterrado junto con sus humildes padres en el cementerio de Glasgow.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Boron, Además de pasar un agradable rato enterándome de historias que no sabía, leyendo tu artículo me he acordado del chiste de los "rápidos". Eran tres niños y discutían sobre sus papás, para demostrar cuál era más veloz. Uno dijo: "Mi papá es el más rápido porque es motorista y puede ir a 400 km/h." El siguiente dijo: "Pues mi papá es mucho más rápido, porque es aviador y puede ir a 10.000 km/h" Finalmente el tercero: "Pues mi papá aún corre mucho más, es médico del seguro, sale de trabajar a lass tres y para la una ya está en casa..."
La vida de tu T.J.Lipton, también transcurrió a una velocidad de vértigo, pues nació en 1948-50 y después de tantas vicisitudes murió en 1931...
...Tan joven...

pjdfp dijo...

hola Kundry: Lo de las fechas fué un lapsus data. Obviamente nació entre 1848 y 1850, ya está corregido. El tipo siempre dijo que nació en 1850 para quitarse un par de añitos.
Hasta la próxima. Y que vaya bien por Córcega!!