Todos los participantes de una maratón, ya sean profesionales o no se convierten en los protagonistas de la carrera, pero los humanos siempre queremos hablar de estrellas, dioses y metafísica.
En la historia centenaria de la maratón han existido grandes corredores de fondo que se han hecho hueco en el monte del Olimpo, pero yo me voy a centrar en tres que, sin haberlos conocido ni visto correr, forman mis heroes particulares.
Emil Zatopek “la locomotora humana” y Abebe Bikila.
Emil el Terrible o La locomotora humana.
“Nosotros somos diferentes. Si quieres ganar algo, corre los 100 metros lisos. Si quieres experimentar algo más, corre una maratón”. E. Zatopek.
Helsinki, verano de 1952. El checoslovaco Emil Zatopek, revalida el título de campeón olímpico conseguido en Londres ’48 en los 10.000 metros y supera el subcampeonato con la medalla de oro en 5.000. Con dos medallas de oro cualquiera se hubiese dado por satisfecho. Pero Zatopek, iluminado como un genio, decide apuntarse a última hora en la maratón consiguiendo la tercera medalla de oro. Todavía hoy no se ha repetido este triplete en estas distancias.
Los entrenamientos de Zatopek eran conocidos por ser brutales. Entrenaba bajo cualquier circunstancia, nevase, lloviese, tronase o hiciese un calor abrasador, estuviese cansado o enfermo. Le gustaba entrenar con botas militares y muy abrigado, hacer cambios de ritmos en subidas, basados en el entrenamiento fartlek que, en contra de algunas opiniones, no inventó él si no el entrenador sueco Gösta Holmer durante los años 30. Se cuenta que antes de las olimpiadas de Londres ’48, durante diez dias realizaba 60 series de 400 metros. Glubs!!!!
Zatopek al respirar hacía ruidos para poder ventilarse y respirar mejor, casí como una locomotora o un animal. Era una especie de Muhammad Alí del fondo y tiene un enorme repertorio de frases algunas muy acertadas, otras más provocadoras. Me quedo con la primera y con esta:
“Un corredor debe correr con sueños en su corazón, no con dinero en su bolsillo”
Abebe Bikila, el guardaespaldas.
Bikila corrió descalzo toda la carrera y se convirtió en el primer africano en conseguir un oro olímpico. Las imágenes de sus pies descalzos pisando las calles y vías de la ciudad eterna son impresionantes y ponen los pelos de punta.
Volvió a Etiopía convertido en un héroe.
Durante los cuatro años previos a las olimpiadas participó en varias maratones, ganándolas todas excepto un quinto puesto en la Boston Marathon.
Un mes y medio antes de viajar a Tokio con motivo de las olimpiadas del ’64 Bikila padeció una apendicitis aguda de la cual tuvo que ser operado. Dicen que mientras todavía estaba de baja se escapaba por las noches a correr por el patio del hospital simplemente por gusto.
Cuando llegó a Tokio, Bikila no pensaba participar en la maratón. No obstante, esta vez, Asics, la marca japonesa de zapatillas deportivas patrocinaba a la selección etíope y las presiones comerciales empujaron al etíope a correr calzado. Ganó estableciendo un nuevo record.
Al acabar dijo que podría haber corrido durante otros diez kilómetros.
En México ’68 volvió a correr, pero a mitad de carrera abandonó por problemas en la rodilla. Su compañero Wolde, eclipsado por la figura de Bikila durante nada más y nada menos que ocho años, por fin consiguió su momento de gloria al conseguir el oro, no obstante comentó que si Bikila no se hubiese hecho daño, hubiese ganado la prueba. Nunca lo sabremos.
Sólo el alemán Waldemar Cierpinsky ha logrado igualar dicha proeza.
5 comentarios:
que interesante!!
y el tercer atleta del que ibas a hablar??
me he kedao con las ganas neng.
ya te cuento macho, pues creía que había modificado este error. Se me empieza a ir la pelota. Esto de escribir a tan altas horas de la madrugada es lo que tiene.
Bueno, pues te debo otro atleta, deberé pensar quien entra en mi santa trinidad de maratonianos.
Coño!!! está clarisimo!!! tiene que ser el rey actual de la larga distancia!!! el gran Haile Gebreselassie!!!
mmm... bueno, ya veremos tíos.
Publicar un comentario