He completado con bastante éxito mi primera participación en una triatlón. Para empezar decidí inscribirme en la Triatlón Sprint BTT de Marina Empuriabrava, más cerca imposible y, además, la única triatlón en modalidad Sprint en la que se debe de participar con una bici de montaña.
La modalidad de triatlón Sprint es la mitad de una triatlón olímpica, es decir, 750 metros nadando, 20 km en bicicleta y 5 km corriendo. Podrían haberla bautizado de otra manera, como por ejemplo media triatlón, pero “Sprint” le viene como anillo al dedo ya que vas a tope la mayoría del recorrido.
A las doce en punto desde el puerto Bahía (uno de los muchos puertos interiores de la Marina de Empuriabrava) se da la salida a los casi 200 participantes de la prueba. Dado la estrechez del muelle desde el que salimos, los jueces de la prueba van dando la salida conforme vamos tirándonos al agua.
La modalidad de triatlón Sprint es la mitad de una triatlón olímpica, es decir, 750 metros nadando, 20 km en bicicleta y 5 km corriendo. Podrían haberla bautizado de otra manera, como por ejemplo media triatlón, pero “Sprint” le viene como anillo al dedo ya que vas a tope la mayoría del recorrido.
A las doce en punto desde el puerto Bahía (uno de los muchos puertos interiores de la Marina de Empuriabrava) se da la salida a los casi 200 participantes de la prueba. Dado la estrechez del muelle desde el que salimos, los jueces de la prueba van dando la salida conforme vamos tirándonos al agua.
A pesar de todo, la aglomeración inicial es inevitable.
Me habían advertido en reiteradas ocasiones que los momentos más complicados de las triatlones son dos: la salida y la transición de bici a correr.
Para empezar, tirarse al agua de cabeza con tantos cuerpos flotando en el agua hubiese sido bastante temerario, así que me tiré de pies intentando encontrar un hueco entre una decena de personas que estaban justo debajo mío con bastante miedo por que era difícil diferenciar lo que era agua de lo que no. Una vez en el agua empieza una verdadera guerra. Cuando sales a la superficie lo primero que ves es un montón de cabezas, pies, brazos y espuma por todos lados. Me pongo a “nadar” si es que así se puede definir el avanzar entre cuerpos, patadas y manotazos. Durante las primeras brazadas hay que sacar la cabeza frontalmente.
Poco a poco vas notando que nadas con un poco más de espacio para ti solo. Cuando ya debemos ir por la mitad comienzo a cansarme, nado a braza y crawl pero eso no impide que empiece a desorientarme un poco, al final acabo escorándome hacia la izquierda del canal y me topo con el casco de uno de los veleros allí amarrados. El propietario del velero me dice algo en alemán mientras me indica la esquina en la que debemos torcer a la izquierda para entrar al puerto de caballito de Mar, donde se encuentra el final de la primera prueba, llego casi sin fuerzas para las últimas brazadas pero animado por que la parte incógnita de la triatlón ya ha pasado.
Hay que salir del agua mediante una escalera y de allí se pasa a la zona de transición mediante una larga alfombra roja.
Ya en mi silla, me calzo las zapatillas de bicicleta, me pongo gafas y el casco y corro con la bici en mis manos hasta que los jueces me permiten montarme en ella. Una vez encima de la bicicleta me pongo los guantes y el dorsal y respiro un poco, de momento y durante los primeros diez kilómetros solo voy con el plato mediano, pero eso me sirve para adelantar a bastantes participantes. A la vuelta ya he calentado lo suficiente motores y encuentro un grupo que va con plato grande y a piñón fijo, nos vamos turnando durante casi cinco kilómetros con puntas de cuarenta y dos km/h, de momento se me está dando bastante bien.
Pero ahora llega la parte más complicada. Bajo de la bici, corro hasta mi silla, me quito las zapas de bici y me pongo las de correr, estoy a tope de pulsaciones y las piernas me tiemblan, fuera casco y a correr, ahora todo se viene abajo, este cambio no lo había preparado como se debe, los primeros 500 metros se me hacen durísimos, la sangre no me llega a la cabeza y estoy a punto de que me de un blancazo. A parte, las piernas no me responden. Podría haber continuado varios kilómetros más encima de la bici a tope, pero mover las piernas ahora para correr se me hace extraño. Los músculos de la bici no contribuyen para correr, y son un tope para los músculos de correr. Al cabo de dos kilómetros y un poco de agua ya parece que mis piernas empiezan a despertar. Acabo el último kilómetro a muy buen ritmo.
Al final mis tiempos parciales han sido (transiciones incluidas en los tiempos):
Natación: 10 min 51 seg
Bici: 43 min 59 seg
Correr: 21 min 46 seg
Total: 1 h 16 min 51 seg
2 comentarios:
se te olvida comentar la última prueba del día, que no fue tri si no tetra, (venir a ver a tú madre). Gracias cariño, un beso campeón mamá
Que envidia. A mi me hubiera gustado poder correr una prueba asi.
Enhorabuena.
Amfortas.
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